NÍSCALO
El Níscalo, es una de las setas más populares y comunes en toda España. También se le conoce como: Rovellón o por su nombre científico en latín: Lactarius deliciosus. En el País Vasco recibe nombres como “esnegorri”, “esne-perretxiko”, “xixa”… Es de las setas silvestres comestibles más abundantes y al mismo tiempo, la más saludable desde un punto de vista alimenticio, ya que son muy ligeras debido a su alto contenido acuoso.
PARA CONOCER Y DIFERENCIAR
Para reconocer este tipo de seta silvestre debemos tener en cuenta las siguientes recomendaciones:
Su sombrero mide entre 4 y 15 centímetros de diámetro, es de color rojo anaranjado con círculos más oscuros.
Cuenta con delgadas láminas, apretadas de color anaranjado rojizo y a veces manchadas de color verde.
Su pie es cilíndrico, corto, un poco atenuado en la base, primero macizo y enseguida hueco, anaranjado con manchas en forma de hoyos algo más oscuras.
Su carne es dura, compacta, algo granulosa, de color blanco amarillento en el centro del sombrero y color zanahoria hacia afuera. Posee un olor agradable y un sabor acre en crudo.
HÁBITAT Y TEMPORADA
La temporada de recolección de esta característica seta mediterránea, comienza a finales de verano y principios del otoño (con las primeras lluvias) y se dan prácticamente en todos los bosques de pinares, siempre aparece asociada a coníferas.
¿CÓMO RECOLECTAR?
Las setas como el níscalo (Lactarius deliciosus), siempre se deben recolectar con navaja y la hoja de las navajas para setas debe ser curvada, con el filo cóncavo para facilitar el corte. Cortamos la base del pie de forma horizontal para evitar penetrar con la punta en el suelo, preservando así la integridad del micelio. Es indispensable quitar las ramas, hojas y demás restos naturales que cubren las setas.
Es fundamental llevar con nosotros una cesta de mimbre o canasto para ir depositando las setas y a su vez, sacudirlos ligeramente para que las esporas caigan.
¿CÓMO LIMPIAR Y CONSERVAR?
Si recoges setas tú mismo, la acción de limpieza deberá empezar ya en el bosque. Al llegar a casa, debes seguir los siguientes pasos: Debemos comprobar que ninguno de ellos tiene bichos o está deteriorado. Con la ayuda de un pincel o un trapo seco, los limpiamos pero si no los vas a cocinar en ese momento, es importante que no los humedezcas.
En el momento en que te decidas a cocinar los níscalos, podrás humedecer un trapo o papel de cocina y limpiar por completo cada una de las setas. No es recomendable poner los níscalos bajo el grifo porque acumulan un exceso de agua y pueden estropearse.
Los níscalos crudos se pueden congelar sin problema. También se pueden conservar fritos o aderezados en un bote de cristal.
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