Las principales características de esta seta son:

El diámetro del sombrero puede llegar hasta los 12 centímetros y el color depende mucho del grado de humedad y del estado del hongo. A mayor humedad y mayor estado de desarrollo, tiende a tonos más negros, mientras que con poca humedad y en ejemplares jóvenes, los tonos son más grisáceos.

La lisa cutícula presenta a veces unas finas vetas longitudinales y el borde es claramente lobulado con recorrido irregular.

El nombre de esta especie de seta comestible describe muy bien su forma atrompetada, con un hueco interior que recorre todo el ejemplar hasta el pie. Las láminas son inexistentes.

Por la forma de esta seta, la carne de cada ejemplar es escasa y elástica, aunque su potente sabor hace de ellas una de las setas más consumidas y utilizadas.

A estas pequeñas setas les gustan los terrenos muy húmedos, principalmente en bosques de hayas y robles. Les gusta mucho el musgo, los líquenes y los restos de hojas en descomposición. 

Es una especie principalmente otoñal, aunque puede empezar a aparecer a finales de verano y prolongar sus salidas hasta bien entrado el invierno, ya que las trompetas toleran bien el frío .

A la hora de recolectar la trompeta de la muerte debemos ser especialmente cuidadosos ya que, dependiendo del grado de humedad, podemos romperla si estiramos de ella. Normalmente, podremos recolectarlas arrancándolas con cuidado, pero si resisten solo tendremos que utilizar una navaja para setas para ayudar a extraerlas de la tierra. 

Si esa navaja tiene un cepillo en la base, además podremos limpiar los restos que se hayan quedado adheridos.

La trompeta negra aguanta muy bien el tipo una vez recolectada y, si la mantenemos refrigerada, podremos consumirla pasados varios días desde que la recogimos del monte.

Otra forma de conservarla es deshidratada, de hecho así puede encontrarse en numerosos comercios de alimentación.