Para reconocer los marzuelos debemos tener en cuenta los siguientes aspectos:

El sombrero de los marzuelos suele medir entre 3 y 13 centímetros. El color del marzuelo es muy característico ya que pasa de un color completamente blanco a tonos grises en ejemplares desarrollados e incluso a gris oscuro casi negro,en otros.
El pie del marzuelo es carnoso, grueso y corto, de color blanco y con la edad se torna a colores grisacéos con manchas.
Las láminas son espaciadas y gruesas.
La carne de la seta de marzo es blanca y tierna. Presenta tonos grises bajo la cutícula.
Una señal de que hay marzuelos es la presencia de la planta Hepatica nobilis. Sus flores de color violeta son muy fáciles de reconocer. Este tipo de seta suele salir en grupos numerosos así que si encuentras uno, tiene que haber más alrededor.

El marzuelo es una especie micológica que rompe las reglas generales, ya que aparece en los meses de febrero a abril, puede incluso verse ya en el mes de enero.
El marzuelo habita en las umbrías de los pinares de pino silvestre, principalmente sobre suelo de naturaleza silícea, aunque también lo podemos encontrar en zonas frondosas. Es muy común encontrar esta seta en los municipios que limitan con la provincia de Soria, tales como Quintanar de la Sierra, Regumiel de la Sierra, Vilviestre del Pinar, Palacios de la Sierra, Hontoria del Pinar, Rabanera del Pinar, Neila, etc.

El marzuelo se recolecta arrancándolo de la tierra mediante una pequeña torsión y tapando posteriormente el hueco. No se recomienda cortar con ayuda de una navaja para evitar crear focos de infección en el micelio.

Se deben limpiar los restos de tierra del pie con ayuda de una navaja y los restos de tierra del sombrero con ayuda de una brocha o un trapito (algunas navajas incorporan una pequeña brocha adecuada para esto), así podrás portar las setas lo más limpias posibles y evitar que los restos de tierra se introduzcan en las láminas.

El marzuelo es una especie perecedera; cuando las temperaturas exteriores son superiores a 10 grados tiene tendencia a pudrirse, por lo que se recomienda evitar que las recolectas permanezcan numerosas horas expuestas al aire libre. En el frigorífico también son bastante perecederos aguantan entre 3 y 5 días, por lo que se recomienda conservarlos congelados tras un precocinado.

El proceso de limpieza consiste en retirar los restos de tierra (si no lo has hecho ya en el bosque), lavarlos con agua fría (el agua caliente puede estropear la seta) y por último escurrirlas y esperar a que se sequen antes de cocinarlas.